Las cosas por exceso o defecto, siempre tienden a no llegar a buen término. Todo tiene que estar en su justa medida. Sin embargo esa regla vale para todo, menos para el entusiasmo. Es el único aspecto en el que no hay que quedarse corto. 

Alejando es un buen amigo que junto con otros muchos buenos amigos nos acompañaron en nuestros cortijos rurales del Reul Alto. Aquel día, por la mañana, el ambiente se levantó con una densa niebla que no dejaba ver mas allá de dos o tres pasos. Yo le había prometido a los jóvenes hacer una salida al campo y la sierra temprano aquel día. Todos los demas, abrieron la ventana y con las mismas se acostaron. Incluso yo estube tentado de hacerlo. Sin embargo cuando salí a la calle, allí estaba él, preparado y dispuesto a realizar esa caminata por senderos difuminados por la densidad de las nubes bajas. Tengo que reconocer que guardo recuerdos muy especiales de aquella salida por ese ambiente mágico y muchas de las que creo, son mi mejores fotos, las realicé aquel día. Quizás, si no hubiese visto el entusiasmo con el que comenzó la mañana no las hubiese realizado nunca.

Desde entonces, cuando quiero levantarme por la mañana un domingo para ir a realizar fotografías, me acuerdo de aquello y me animo porque aquella vez aprendí que "con entusiasmo se logran bellos fines".

Espero que os haya gustado la captura, un abrazo y a seguir fotografiandoooo!