Se trata de una escena que para mí tiene mucho significado. Me encanta observarla y reflexionar sobre como han cambiado las cosas.

En la imagen podeis ver dos de las personas mas importantes de mi vida, mi padre y mi hija. 1950 fue un mal año para nacer en Rioja. Curtido en el hambre, mi padre tuvo que forjarse a si mismo, tanto como para prosperar, como para malalimentarse. Recuerdo como mi padre y mi tio Juan me recuerdan que ya con dos años iban al campo a segar alfalfa para las vacas. Recuerdo mi propia niñez, respetando a mi padre porque jamás le enseñaron a contar un cuento, ni siquiera a poder leerlo, respetando a mi padre por sus sufrimientos, su continuado esfuerzo y sacrificio, sintiendome a no tener derecho a pedirle nada.

Por eso me siento orgulloso de él, porque el tiempo le ha moldeado la posibilidad de disfrutar contando un cuento de princesas a su nieta, de ponerse nervioso porque quiere hacerlo lo mejor posible y finalmente de poder sentir, que una segunda oportunidad es un regalo maravilloso que no puede dejar escapar.

Yo miraba esta escena y no podía mas que dejar escapar algunas lágrimas, porque se, que a veces lo mas grande, esta formado por pequeñas cositas....

Espero que os haya gustado, un abrazote y nos vemos en la siguiente ...