Javier Aparico es uno de esos talentos musicales ocultos que esta generación de la crisis se ha encargado de impedir que brille con la intensidad que el merece. A pesar de ser un ganador de múltiples concursos musicales a nivel nacional, su sencillez y su pasión por la música va mas allá de producir ondas en el aire. Vive para ella, compone y se desvive por enseñar sus conocimientos en el conservatorio a los que como él, quieren abrirse camino en el difícil mundo clásico. Yo tengo el inmenso placer de tenerlo en mi familia, es mi cuñado.



Despertarnos por la mañana en su casa y poder contemplar su herramienta de trabajo mas preciada es una auténtica maravilla. Un salón pequeñito pero regentado por un inmenso piano de cola, lacado en brillante negro, lleno de polvorientos cachivaches, notas, partituras corregidas y mil cosas que no sabría explicar. Mis hijos hacen las delicas toqueteandolo todo y poniendome nervioso tras revolverlo todo. Encima del piano, la fotografía de mi cuñada que expuse en los Aljives Árabes de Almería. Y mientras yo observo el escenario, mi hijo se come media partitura...



Todas las mañanas que nos quedamos en su casa, Javier nos deleita con algunos fragmentos de lo último que está tocando, pero aquella mañana era diferente, nos despertamos con prisas, todo un domingo no era suficiente para hacer lo que teníamos planeado. Por eso me dijeron "cinco minutos y salimos".



No era tiempo suficiente. Había echado todo el equipamiento para fotografiarlo tocando, interpretando y viviéndolo. Todos comenzaron como locos a vestirse. Hasta pisaron al gato con las prisas. Estaba claro que tendría que dejarlo para otra ocasión. Las teclas del piano, en esta ocasión, quedaron desiertas.



No me quedó nada mas que sacar mi cámara y ponerme a hacerle algunos planos de naturalezas muertas a los pequeños detalles del interior del piano. Tengo que reconocer, que tantas cuerdecitas, tantos tensores, pulsadores y demás me fascinan. Me hacen preguntarme sobre quién en su sano juicio inventó maquinaria tan perfecta.



Fotográficamente hablando el día no acabó aquí, pero si me dejó un pequeño mal sabor de boca que se pasó despues de la promesa de Javier, de dejarme fotografiar, entre bambalinas, en su próximo concierto.

Quiero dedicar esta serie de fotografías evidentemente a Javier, que aunque nuestros comienzon no fueron buenos (Solo a mi se me ocurre declararme antimadridista delante de un Ultrasur...), cuanto mas lo conozco mas lo aprecio, y como siempre.... fotografiamos lo que nos gusta o lo que apreciamos.

Espero que os hayan gustado estas "simples capturas". Nos vemos pronto y a seguir fotografiandoooo!!!


Hace ya algunas semanas, estuvimos mi mujer y dos de mis mejores amigos, Verónica y Dieguito, dándonos una vuelta por el Cabo de Gata. Era ya tarde, pero decidimos ir a ver el tan afamado Cortijo del Fraile, ese lugar tan fotografiado, pero que no habíamos visto con nuestros propios ojos.



Desde Rodalquilar, cruzamos la sierra hasta el valle donde se encuentra ubicado a través de una carretera que era un pedregal, pero con unos paisajes aun cuasi vírgenes que invitaban a descubrir sus senderos de manera muchísimo mas profunda.



El paraje donde se encuentra ubicado es una auténtica maravilla. Bordeado por senderos, pitas y plantaciones, con cerros suaves cuyo calor de atardecer, ofrecía una temperatura de color a las arcillas y a los verdes de las pitas, muy interesante. Las solariegas construcciones mostraban un aspecto desolador en un lugar en el que se puede observar que antaño tendría un esplendor muy dificil de recuperar hoy día. El silencio era, yo diría que hasta agradable en un principio, si bien, conforme iba acercándose la noche, los ruidos, graznidos y siseos, eran incluso aterradores.





El recinto dispone de un aljibe muy muy bien cuidado. Auténticamente precioso, cuyo blanco contrastaba muchísimo con el paisaje y el ambiente nublado del atardecer. Supongo que el agua es un bien tan preciado, que no podemos permitirnos el lujo de descuidar.










El interior del cortijo es realmente desolador, un auténtico despropósito. Nos armamos de valor y pasamos por algunas dependencias, pero finalmente nos pudo el miedo de los carteles de advertencia. Como decía Asterix y los galos, "sólo teníamos miedo de que el cielo cayese sobre nuestras cabezas". Era interesantísimo ver como algunas de las dependencias presentaban que el techo estaba sujetado de tal manera que habían sustituido las vigas de madera por los railes de las vagonetas de las minas.








En el interior de la capilla o iglesia continuaba la tónica de la desolación. Estaba toda llena de pintadas, algunas de ellas de muy mal gusto. Me he tomado la licencia de clonarlas, ya que, aparte de parecerme fuera de contexto,creo firmemente en el respeto mutuo entre las personas.



La noche ya se nos había echado encima cuando decidimos largarnos de ese lugar. Satisfechos por haber estado en un lugar emblemático e inspirador de Almería, un lugar anclado en otra época, un lugar repleto de recuerdos, dramas, sufrimiento, trabajo y sangre.







Hace ya algún tiempo que me planteé que mis fotografías quería hacerlas por series o exposiciones. Es una nueva forma de trabajar que intentaré mantener a lo largo del tiempo y que creo que con ella, se moldea mucho más mi trabajo y se contextualiza bastante. Tengo que reconocer que últimamente no me encuentro agusto con las fotografías que hago, creo que como dice el anuncio....voy a tener que desaprender....

Quiero además dedicarle esta sesión de fotografías a dos de mis mejores amigos. Diego y Verónica. Ellos, junto con mi mujer, suelen tener la paciencia, "santa paciencia" de aguantarme "una fotografía mas". Son mis amigos, confidentes y compañeros de aventuras. Y desde luego, iría con ellos al fin del mundo, pero para fotografiarlo!.....

Aquí teneis una captura que realicé para explicarle a Diego, lo curioso de la profundidad de campo en fotografía. Nos aburríamos entre captura y captura....





Aquí os presento una gran oportunidad para todos aquellos que queráis introduciros en el gran y apasionante mundo de la fotografía.



Impartido por grandes fotógrafos, entre ellos, Luis de la Poza (Fototecnica Almería) en la sede del grupo, dejaran claro conceptos fundamentales para la realización de magníficas fotografías.



Las sesiones tendrán una parte teorica, con una parte práctica o salida fotográfica mas una sesión de corrección y comentarios sobre esa práctica.


Finalmente se expedirá un título que acredite vuestra formación.


Animaos porque es una gran oportunidad de introduciros en la fotografía de la mano de quien mas la conoce.


Allí os veo ....