El Paraje del Cortijo del Fraile



Hace ya algunas semanas, estuvimos mi mujer y dos de mis mejores amigos, Verónica y Dieguito, dándonos una vuelta por el Cabo de Gata. Era ya tarde, pero decidimos ir a ver el tan afamado Cortijo del Fraile, ese lugar tan fotografiado, pero que no habíamos visto con nuestros propios ojos.



Desde Rodalquilar, cruzamos la sierra hasta el valle donde se encuentra ubicado a través de una carretera que era un pedregal, pero con unos paisajes aun cuasi vírgenes que invitaban a descubrir sus senderos de manera muchísimo mas profunda.



El paraje donde se encuentra ubicado es una auténtica maravilla. Bordeado por senderos, pitas y plantaciones, con cerros suaves cuyo calor de atardecer, ofrecía una temperatura de color a las arcillas y a los verdes de las pitas, muy interesante. Las solariegas construcciones mostraban un aspecto desolador en un lugar en el que se puede observar que antaño tendría un esplendor muy dificil de recuperar hoy día. El silencio era, yo diría que hasta agradable en un principio, si bien, conforme iba acercándose la noche, los ruidos, graznidos y siseos, eran incluso aterradores.





El recinto dispone de un aljibe muy muy bien cuidado. Auténticamente precioso, cuyo blanco contrastaba muchísimo con el paisaje y el ambiente nublado del atardecer. Supongo que el agua es un bien tan preciado, que no podemos permitirnos el lujo de descuidar.










El interior del cortijo es realmente desolador, un auténtico despropósito. Nos armamos de valor y pasamos por algunas dependencias, pero finalmente nos pudo el miedo de los carteles de advertencia. Como decía Asterix y los galos, "sólo teníamos miedo de que el cielo cayese sobre nuestras cabezas". Era interesantísimo ver como algunas de las dependencias presentaban que el techo estaba sujetado de tal manera que habían sustituido las vigas de madera por los railes de las vagonetas de las minas.








En el interior de la capilla o iglesia continuaba la tónica de la desolación. Estaba toda llena de pintadas, algunas de ellas de muy mal gusto. Me he tomado la licencia de clonarlas, ya que, aparte de parecerme fuera de contexto,creo firmemente en el respeto mutuo entre las personas.



La noche ya se nos había echado encima cuando decidimos largarnos de ese lugar. Satisfechos por haber estado en un lugar emblemático e inspirador de Almería, un lugar anclado en otra época, un lugar repleto de recuerdos, dramas, sufrimiento, trabajo y sangre.







Hace ya algún tiempo que me planteé que mis fotografías quería hacerlas por series o exposiciones. Es una nueva forma de trabajar que intentaré mantener a lo largo del tiempo y que creo que con ella, se moldea mucho más mi trabajo y se contextualiza bastante. Tengo que reconocer que últimamente no me encuentro agusto con las fotografías que hago, creo que como dice el anuncio....voy a tener que desaprender....

Quiero además dedicarle esta sesión de fotografías a dos de mis mejores amigos. Diego y Verónica. Ellos, junto con mi mujer, suelen tener la paciencia, "santa paciencia" de aguantarme "una fotografía mas". Son mis amigos, confidentes y compañeros de aventuras. Y desde luego, iría con ellos al fin del mundo, pero para fotografiarlo!.....

Aquí teneis una captura que realicé para explicarle a Diego, lo curioso de la profundidad de campo en fotografía. Nos aburríamos entre captura y captura....



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1 comentario:

  1. Muy buen reportaje. Me gusta mucho esa forma de tratar el elemento central de la fotografía, le confiere un protaginismo especial y el conjunto es muy equilibrado (incluso en la última). Enhorabuena!!!
    Salu2

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