La fotografía, por ser un arte plástica de dos dimensiones es dificil hacer transmitir lo que nos transmite el momento o la imagen. Aquí podemos ver como la oscuridad fría de donde observamos se convierte en un calorcillo encantador del atardecer del verano. Se puede ver y se puede observar.

Como siempre, impera en mis fotografías el que cada imagen contenga una historia y esta la recuerdo muy bien. Tras mucho caminar por las calles y callejuelas de Cuenca y al calor del atradecer el lado este de la ciudad tornaba a cubrirse de sombras y siluetas, los colores habían decaido y el empedrado te llevaba por callejones lúgubres y bonitos a la vez. De repente, como si de una aparición cinematográfica se tratase, encontramos este pasadizo que tornaba nuestro itinerario hacia la parte oeste de la ciudad. Allí todo era luz, una luz veraniega e intensa, una luz horizontal que acentua las texturas de las paredes y entrecierran los ojos unos segundos hasta acostumbrarse a la luz. Nuestra retina funciona como un equipo automático de hdr en estos casos......je je je. Un gran descubrimiento que abría las puertas de nuevas oportunidades con la nueva luz, saqué mi cámara y me dispuse a acabar entonces con lo que me restaba de batería en ella.

Espero que os haya gustado la captura, un abrazo y hasta la siguiente captura....

Personalmente me encantan los contrastes y la saturación de colores. Es por eso que me suelen gustar este tipo de capturas. Rincones llenos de color, con elementos contrastados que te dirigen la mirada hacia un fondo colorido.

Se trata de un callejón de Cuenca, de tantos como hay. Bañado por la oscuridad del atardecer, tiene como misión el ofrecer un lugar mas cálido que aquel en el que nos hayamos.

Espero que os haya gustado la captura, un abrazo y hasta la siguiente.

Añorar, recordar, suspirar; son viajeros que marchan resistiendose al paso del tiempo por senderos que llevan hacia un corazón de Peter Pan cuyo latir te acerca mas a tu destino.

Un semi-contraluz muy fuerte, como últimamente. Falta definición y enfoque porque los blancos se han quemado.Esa falta de definición creo que es debido a que he abusado demasiado de estos contraluces y el sensor podría estar dañado. Espero ya poder pronto cambiar mi equipo fotográfico. Sin embargo no me he resistido a procesarla a ver que tal quedaba. Fué capturada en un sendero que nos llevaba de vuelta de la Ruta de las Caras en Cuenca.

Espero que os haya gustado, un abrazo y hastala siguiente captura.
A veces mis amigos me dicen que cuando voy de viaje parezco un japones cámara en mano. A este grupo los encontré en la Ciudad Encantada de Cuenca y me pareció curioso fotografiarlos. Este procesamiento me gusta llamarlo cinemascope. Usa una desaturación serena de la fotografia y un desenfoque selectivo añadido a un viñeteado.

Espero que os haya gustado la fotografía, un saludete y hasta la próxima captura.

Otro de mis buenos amigos me dijo una vez que cada fotografía debe de contar una buena historia. Para mi, esta tiene un bonito guión y las mejores de las protagonistas. El banco y negro le dió un toque maestro. La traslada a otro tiempo y la convierte en inmortal. Se trata de un apacible paseo en la Ciudad Encantada de Cuenca. Las formas las luces y los contrastes hacen de ese lugar merecedor de su nombre.

Espero que os haya gustado la captura, un abrazo y hasta la siguiente captura.....
Una de los motivos que mas utilizo en mis fotografías, como sabéis los que me conocéis, son las puertas y ventanas. Me parecen cuanto menos curiosas y desde luego muy fotogénicas.

Esta captura fué realizada en Oña, en la provincia de Cuenca, junto con su preciosa laguna, es un lugrar precioso para caminar y perderse entre sus senderos y humedales, entre sus calles llenas de detalles y de gentes maravillosas. Por cierto, os aconsejo comer allí ajoarriero y morteruelo.

Un abrazo y hasta la siguiente captura.....

Nunca digas de este agua no beberé. Tengo que reconocer que cuando comencé en esto de la fotografía me dije a mi mismo que no haría fotografía macro ni retratos y ya me está picando el gusanillo de realizarlas. Muchos de vosotros sabéis que mis medios no son los mas adecuados para realizar fotografías y ello se puede ver en muchas de ellas. Cosas como la falta de enfoque, la aparición de aberraciones cromáticas o la presencia de ruido es debido a que mi equipo es muy pobre e intento solucionarlo muchas veces tirando de photoshop. Esta fotografía está llena de ellas, ruido en el bokeh y falta de definición en la mariposa, pero aun así me parecio una imagen muy bonita como para dejarla guardada en el baul de las fotografías. Perdonadme todos esos fallos, intentaré mejorarlos y desde luego conseguir un equipo medio decente para luchas contra ellos, se admiten donaciones, je je je.

Está capturada en el campo de la Ciudad Encantada de Cuenca, era cuestión de observar un poco. No todo eran rocas maravillosas ni árboles increibles. Cuenca es mucho mas que lo que nos venden. Toda la serranía estaba llena de animalitos que hacían las delicias del que mira; mariposas, lagratos y lagartijas, pájaros de múltiples colores. Bastaba con cerrar los ojos en medio del campo y podías sentir hasta el sonido del aleteo de una mariposa.

Espero que os haya gustado la captura, un abrazo y hasta la siguiente toma....
Cuando la mente se encuentra en pasadizos extraños y enrevesados, alienada por la rutina y el deber adquirido, a veces es necesario encontrar esa escapatoria que te permita salir de ese tunel extraño en el que se convierte tu vida. Un lugar donde habita la esperanza, la alegría y el amor, y por supuesto, donde me encuentro con mi Dolores y mis hijos.

Esta fotografía corresponde con un pasadizo del castillo de Belmonte en Cuenca, un lugar maravilloso para visitar y perderte entre sus habitaciones, sus murallas y almenas.

Un abrazo y hasta la siguiente captura...... y si tenéis oportunidad, a seguir fotografiando.

Pd. para mi amigo Juan Jesus Lopez, desempolva la cámara de una vez que el desierto no es lo mismo sin tu ojo....
Hay entornos idílicos, mágicos, que te encantan con sus colores y sus formas, pero tambien hay entornos cálidos y apacibles, desaturados y alejados de los problemas. Aquel era un sitio así, para acostarse con el calor del veranillo y escuchar el agua correr o perder el conocimiento durante un rato.


A veces no os pasa que creeis que haceís una fotografía fantástica en el momento de la captura y al verla en el procesado te desilusionas totalmente. Eso me sucedió a mi con esta captura. Estaba en un sitio bonito, de esos, con una última luz rosácea que transformaba los colores a su antojo de esas fachadas, demasiado tarde y sin un trípode para apoyarme. Un buen compañero me dijo, eso no son excusas para hacer una mala captura, tardas muy poco en pararte a pensar la escena y la configuración de tu cámara....

Despues en el postprocesado me encuentro con un horror de fotografía. Problemas en el encuadre, un gran desenfoque, problemas de perspectiva, composición, dominancias y todos los que se me puedan ocurrir. Te afanas por salvarla, es tu misión, hayar la que tu estabas observando en el momento de la captura y pasas minutos y minutos, pero no consigues resultados.

Finalmente, aburrido resoplas y te dices a ti mismo, si este es el mejor resultado que he conseguido obtener, por lo menos que me sirva de recordatorio para lo que NUNCA HAY QUE HACER.

Sólo me queda el propósito de enmienda; llevar siempre mi trípode, estudiar mas la escena, revisar la configuración de la cámara y el histograma, recordar que menos es mas........

Gracias por pasar y observar....

Pd. Esa dominancia rosácea es mas o menos la que yo observaba en el momento de la ejecución de la foto, ojalá estubiese allí para repetirla

Esta fotografía me da especialmente miedo. Se trata de un pomo que encontré en una portón de un caserío de Cuenca. Comenzaban a encenderse las luces del alumbrado público de las sinuosas y empinadas calles. No resistí la tentación y este fue el resultado. Me daba miedo porque hace algun tiempo hice una fotografía a un grifo y el comentario de todo el mundo fue..."vaya, pues un grifo"...aprendí entonces que, a veces, las fotografías deben de gustarle a uno y por eso se hacen......

Un gran amigo me escribió un correo el otro día preguntandome por que la había emprendido con Cuenca, que mi tierra, mi querida Almería aun no la había explotado totalmente. Y tiene razón, lo que ocurre es que a veces, el poco tiempo libre que tengo, lo tengo que repartir entre mi otra gran afición, viajar, y la fotografía. No me olvido de mi quedida Almería, pero la pienso saborear léntamente, fotográficamente hablando, je je je.

Un abrazo para todos y hasta la siguiente captura....
Cuenca, mágica y valerosa te invade de tal manera que no sabes si asciendes o desciendes, si se ensancha o se estrecha, si fenece o perdura Sólo puedes seguir caminando, escuchar el ruido de los adoquines al paso de unas zapatillas que pisan por donde caballeros moros y conquistadores muchas veces andubieron. Solo puedes seguir caminando y observar la belleza de lo que encuentras y rezar por que no se te agoten las baterías.....

Es cuanto menos curioso lo que te puedes encontrar cuando alzas la vista hacia arriba y te encuentras con cosas como esta. El cielo acompaña la explosión de colores de esas  fachadas. Lo malo, ese semáforo que no hubo manera de quitarlo. Pensé en lanzarle una piedra y solucionar el problema, pero estaba todo limpísimo por los suelos, así que decidí perdonarle la vida.

Un abrazo y hasta la siguiente captura...

Ya hacía algún tiempo que no publicaba ninguna fotografía y la verdad es que estaba totalmente ansioso por hacerlo. Es una especie de gusanillo que se mete por el cuerpo, te hace pensar en encuadres, colores, saturación, enfoque y todo lo que conlleva enseñar una fotografía.

Cuenca es una provincia española impresionante para perderse en los detalles, un espacio lleno de mágicos rincones que abren al alma el gusto por observar y capturar. Alguien me dijo una vez que no era profesional hacer cientos de fotos, que el fotógrafo observa la escena y captura una o dos a lo sumo, mientras que el aficionado hace diez o quince de ellas. Es dificil estar en un lugar como Cuenca y no disparar a diestro y siniestro, cada rincón es un monumento, cada persona es un personaje y cada escena es un historia en sí. Espero hacerosla mas cercana a través de esta serie que comienzo hoy de fotografías de allí.

La noche en Cuenca se torna mágica, el color de los antiguos sillares con el amarillo de sus farolas en cada esquina me hizo inevitable su captura para recordar lo que sentía como un viajero abrumado por el acogedor calor de sus calles.

Espero que os haya gustado la captura. Un abrazo y hasta la siguiente captura.