Cuando era pequeño jugaba con mi abuelo Antonio a "escandilarlo" con un trozo de espejo mientras el dormía en la terraza de debajo de mi casa. El siempre me miraba y sonreía y yo salía corriendo. Ésta fotografía me recuerda un poco a él. El barro junto con el agua hace un efecto espejo, que aparte de cargarse el sensor de mi cámara, quiere fundir ese oasis flotante que es la barca.

La fotografía es un amanecer en el luminoso puerto de El Rompido en Huelva. La captura es casi un contraluz, donde la luz estaba muy dura y se reflejaba demasiado en el barro y el agua de la playa. Me gustan las sombras que de generan en la barca y la diagonal que muestra en sus amarres, pero desde luego incumplo la regla de la mirada. Parece que la barca quiere escapar, salir de encima de ese suelo abrazador y nadar en mares de fondos azules e infinitos.

Un abrazo y hasta la siguiente captura........

...... a seguir fotografiando!