Muchos de vosotros conoceis esa obsesión mía últimamente de ir a ver Dublín e Irlanda. Uno de los lugares que creí que mas me gustaría ver en Irlanda serían los acantilados de Moher. Me moría de ansias por viajar alli para ver una de las maravillas naturales de la tierra. Por acciones del azar, durante la semana santa decidimos ir a visitar el Algarve Portugés y la costa de Sagres. Nos dimos cuenta, que sin tener que coger el avión teníamos un espéctaculo ante nuestros ojos impresionante. Aun no he visitado Moher, pero desde luego no creo que tenga mucho que envidiarle estos paisajes de las costas del Parque Natural Do Sudoeste Alentejano E Costa Vicentinantina. En cuanto pueda los compararé.

Éste es un lugar entrañable y maravilloso, grandes e impresionantes acantilados de piedra que al atardecer adquieren un color rojizo por los rayos cansados de un sol que se pierde en el horizonte del mar. Es un espectáculo oir el silvido de los vientos y el estruendo de los miles de olas que chocan contra los acantilados. Arriba, llanuras de piedras y rocas que se pierden en la mirada hasta llegar a divisar, muy al fondo las luces de Sagres. Recuerdo este lugar con mucha emotividad y el abrazo con mi mujer e hija seguido de un "conseguimos llegar a tiempo para el atardecer".

Espero que os haya gustado esta captura, un abrazo y hasta pronto. A seguir fotografiando!!!!!