Ésta fotografía corresponde a uno de esos viajes. La encontramos en la ciudad de Huelva. Es uno de los lugares mas fotografiados de allí. Las nubes junto con los abiertos campor y rios de esos paisajes hacen única la experiencia de mirar al cielo y hacerlo bajar al suelo con las siluetas de muelles, barcos y barquitas, amarres, etc. Ésta captura desde luego no fué capturada durante un tiempo de contemplación y disfrute, revisando el encuadre y haciendo valer esos decálogos del fotógrafo que aparecen en tantos manuales. Fué tomada de manera singular. Íbamos en mi coche, cuatro adultos y dos niñas pequeñas de uno y dos años. A una velocidad de 120 Km/h, una estaba llorando de hambre y la otra de aburrimiento. Al notar que se me encogía el pecho por dejar pasar semejante toma, bajé la ventanilla, saqué el cuerpo y desde la distancia disparé no sin antes rezarme un rápido padre nuestro encomendándome a San Photoshop.

Aquí os dejo el resultado de tan rocanbolesca toma. Sé que tiene muchos defectos, falta de foco, mal encuadre, luz muy dura, bastante ruido en el cielo. Es lo que tiene el modo automático. Aun así, espero que os guste.

Un abrazote a todos los que me leéis y animaros a echar unas cuantas fotografías ..... aunque sólo sea por reavivar antiguas vivencias y pasados sentimientos. A seguir fotografiando!.