El atardecer es un choque de colores en el que se funden como un manto de tonalidades donde se mezclan nubes de cálido ocaso con alfombras frías de verde musgo y humedales llenos y vivos. Así es el ocaso, la frontera que divide y auna la luz y la oscuridad, hermanadas para recrear el mejor de los cielos meláncólicos y el refrescante surco de la marisma.

Esta fotografía fué tomada en la frontera del Río Guadiana en Ayamonte. Lo que se puede divisar en el fondo es el puente que se encarga de hermanar ambos países, un puente colgante muy bonito y de muy buen estado de conservación. La fotografía está tomada desde una sima que daba de cara a la marisma del Guadiana. Era impresionante como fluctuaba esta marisma en funcion de la marea, el cauce podía perfectamente crecer un metro o metro y medio de la noche al día. Si algo me ha llamado la atención de estos lugares, es sin duda los cielos que pueden encontrarte aquí. El viento y la proximidad del mar y el bajo horizonte hace que se divisen cielos con una inmensidad increible. Nada que ver con las escalpadas siluetas de montañas a las que estamos acostumbrados en Almería y Granada.

Espero que os haya gustado esta captura. Un abrazo y hasta la próxima.

A ver si os animais y echáis vosotros tambien unas cuantitas fotos.....