A veces no es todo mirar, encuadrar, exponer y capturar en una fotografía. Tambien es necesario luchar contra los elementos misteriosos!. En este caso, el cristal de mi objetivo quedaba empañado por la humedad del día. Era imposible ya que cuando lo limpiaba, a los diez segundos ya estaba empañado otra vez. Tan sólo me había pasado en una ocasión. El día en que fuimos al Spa de Almuña con mi cuñada. Ese día tambien fué deprimente el intentar hacer fotografías. Pero era normal, la humedad de las salas del Spa no permitían ni encender la cámara. En definitiva, que soy un maltratador de cámaras fotográficas.

Sin embargo no hay mal que por bien no venga. Ese empañamiento de las esquinas de la fotografía, unidas a un leve desenfoque digital hacen de la captura una ensoñación, que si bien resta nitidez, permite que te centres en la esencia de la fotografía. El camino y esa cúspide coronada por un arbol situado al filo del imposible.

Espero que os haya gustado la captura, un abrazo y hasta la siguiente fotografía. Gracias por pasar y observar.