Se trata de un nombre extraño para una fotografía extraña. Me gusta mucho el resultado despues de haberla pasado a blanco y negro. Destacar las sombras, las luces, las texturas del hormigón del suelo y de las pisas de las escaleras. La fotografía te hace que el observador haga un recorrido con la mirada, le lleva desde nuestro piso, donde hacemos la captura,  hasta el oscuro final de las escaleras. Unas escaleras bastante desiguales, ancladas entre la roca y muros de hormigón y ese poste central que le da firmeza a la captura, el comienzo de donde la mirada parte.

Esta fotografía fué capturada en el campanario de la iglesia de San Pedro en Cuenca, datada en el siglo XVII. Una de las únicas iglesias con planta hexagonal de España. Se trata de la escalera de acceso al mismo, una gran experiencia subir hasta allí y observar Cuenca desde sus alturas. Mientras tanto, mi mujer se quedaba en la planta de abajo, con el carrito de mi hija que estaba durmiendo en esos momentos. De ahí esa "desesperación" de la desespiral, una desesperación por volver abajo con mis niñas. A veces no es lo que uno quiere sino lo que otros necesitan.....


Espero que os haya gustado la fotografía, un abrazo y hasta la siguiente captura...