A veces no creemos mejores que nadie, que nuestro camino al cielo está hecho. Un viaje seguro por escaleras de marmol, con rellanos de oro donde poder descansar. Sin embargo la realidad es otra. Subir al cielo requiere esfuerzo. Los caminos suelen ser tortuosos y llenos de dificultades y es tu propio esfuerzo el que te lleva a la gloria, el que consigue sus objetivos y el que reconforta cuando miras hacia abajo.

Esta captura fué tomada por mí el día de San marcos, este año. En esta ocasión en Laroya. Es una fotografía donde abundan los contrastes y las texturas. Por eso me decanté por realizarla en Blanco y Negro. Ese camino sinuoso te lleva la vista hacia el arbol y te empuja a seguir subiendo hasta el cielo. De nitidez anda algo justita, pero es lo que hay porque la reducción se ha realizado drásticamente.... de 6800 px de alto a 1400 px de alto. 

Espero que os haya gustado la captura y os animo ...

....a seguir fotografiando!